Vende burras
Tiempo de lectura 2min
No es ningún secreto que el trabajo de cualquier comercial es vender.
Pero dime, ¿qué imagen te viene a la cabeza cuando piensas en un comercial?
Yo, automáticamente, veo al típico lobo trajeado de los 60, ese que aparece en algún que otro meme.
Perfectamente peinado, con una sonrisa de oreja a oreja y dispuesto a decirme todo lo que quiero oír, con tal de colocarme su producto.
Parece que llevan una patata caliente entre las manos y necesitan soltarla cuanto antes.
Frena fiera! Antes de que me saltes a la yugular, sé que no todos son así. En esa manada de lobos sin escrúpulos hay comerciales que son auténticos profesionales.
Porque en este juego macabro llamado venta, hay algo que debería primar por encima de todo:
Las necesidades del cliente.
Y aquí viene lo bueno, y es que esas necesidades no siempre están claras.
Una cosa es lo que el cliente pide y otra lo que realmente necesita.
Pasa en todos los puñeteros negocios: telefonía, aseguradoras, bancos, fondos...
Da igual si el producto encaja o no, si cubre una necesidad real o si, en el peor de los casos, será una compra inútil que terminará en saco roto. Lo importante es que firme. Que compre.
Y claro, luego vienen las sorpresas... comisiones ocultas, seguros que no cubren lo que creías, inversiones con más riesgos que te provocan sudores fríos...
Porque la realidad es esta:
Si los comerciales realmente valoraran las necesidades del cliente, venderían menos, pero generarían más confianza.
Y si algo he aprendido con el tiempo, es que la confianza es la mejor estrategia de ventas.
Puede parecer contradictorio que vender menos genere más confianza y termine aumentando las ventas, pero más allá de este simple trabalenguas, es un hecho que la confianza atrae clientes y, sobre todo, hace que vuelvan.
No solo eso, sino que tu mensaje se amplifica.
Sabes aquello de "me lo recomendó fulanito..." Pues eso.
Porque vender no siempre es cerrar una venta. A veces, es saber decir "esto no es para ti", y que, precisamente por eso, la próxima vez que necesite algo, vuelva a ti sin dudarlo.