El Leunar' Da Vinc' del Llobrega' aka Eduard Deza

El gran pelotazo

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Vivimos el presente pensando en el futuro.

Algo tan sencillo como pensar qué hacer de cenar, se vuelve un quebradero de cabeza cuando tienes mequetrefes merodeando por casa.

Las vacaciones, ¡ay, las vacaciones! Desde que volvemos de ellas, ya estamos pensando y planificando las siguientes.

En el trabajo, tres cuartos de lo mismo. Te llenas la cabeza con la tediosa reunión de mañana, el cierre de mes o aquella tarea tan repetitiva y aburrida que te reconcome por dentro.

Y, por supuesto, no puedo dejar de lado la Navidad. Pero no me vengas con los regalitos, no. Lo que llena tu cabeza de pajaritos es el calvo de Lotería de Navidad, y la ilusión de que te toque el gordo.

Pero... ¿y si se hacen realidad tus sueños?

Cuando llevábamos un año dando el callo en Hiringo, las cosas no nos iban mal. Habíamos superado la primera crisis de liquidez, teníamos trabajos recurrentes y estábamos tranquilos.

Eso no quitaba que, junto a mi socio, anheláramos aquel proyecto que nos permitiese dar el salto. Ya sabes, un trabajo de esos que, aun con su curro detrás, te deja una buena morterada para poder escalar tu negocio.

Pues dicho y hecho.

Como caído del cielo, nuestro "calvo de la suerte" apareció… con las caras de Rafa Nadal y John Carlin.

No pienses que nos trajeron un regalito o el boleto premiado de la lotería. Nos trajeron algo mejor.

Un proyecto de los grandes. Uno de esos que cambian las cosas… Y no para cualquiera: era para Banc Sabadell.

No quiero aburrirte con los detalles del trabajo, tampoco es lo importante, pero si tienes curiosidad, aquí te explican cuatro pinceladas: Rafa Nadal protagoniza “Cerca”, la nueva campaña publicitaria de Banco Sabadell.

Fueron meses difíciles, como te puedes imaginar, pero el proyecto merecía cada uno de los pelos que perdí.

El resultado fue cojonudo y tuvo una gran aceptación.

¡Habíamos logrado nuestro objetivo!

Claro, en ese momento, era muy difícil no dejarse llevar por la emoción de embolsarnos en nuestras carteras un buen pico.

Pero era momento de mantener la calma y tener la mente fría.

No podíamos cagarla y echar por la borda todo el esfuerzo que le habíamos dedicado.

Y eso es lo que suele pasar después de un gran pelotazo.

Te emocionas y la cagas. Todo lo logrado lo desechas en un siguiente movimiento carente de responsabilidad.

Por suerte (o mérito propio), supimos relajarnos y trazar un nuevo rumbo con la mente puesta en aumentar el equipo.

Y así lo hicimos, dando la bienvenida a un nuevo miembro.

Lo que no sabíamos era que lo de gestionar personas sería otra historia.

Pero esa… esa ya te la contaré otro día.

Sin tiempo para andar mirando, ¿eh?
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